Los voluntarios bomberos de Chile, unimos la historia de nuestras Compañías a un accionar de altruismo, entereza y solidaridad; no podría ser de otro modo, ya que las compañías de bomberos han nacido de la mancomunión de esfuerzos e iniciativas y colectivas con la ayuda del Estado, y la Octava Compañía del Cuerpo de Bomberos de Concepción no escapa a esta ya tradición casi cívica.
Corría el año 1954 y tras el aumento de la población penquista hacia el sector norte de la comuna, se ve la necesidad de fundar o conformar una compañía específicamente en el barrio Chillancito de dicho sector. Por ello, el voluntario proveniente de la cuarta compañía de hacha y escala de Ancud Sr. Ramon Ojeda Alderete toma la iniciativa e invita y hace un llamado a través de los diarios de la época de la ciudad a participar de una reunión en pro-formación de una nueva unidad bomberil para la ciudad. Según detallan los diarios “La patria” y “El sur” con fecha 20 de noviembre de 1954, donde invitan a los vecinos de Chillancito y la ciudad a fundar una nueva compañía de bomberos.
Los voluntarios bomberos de Chile, unimos la historia de nuestras Compañías a un accionar de altruismo, entereza y solidaridad; no podría ser de otro modo, ya que las compañías de bomberos han nacido de la mancomunión de esfuerzos e iniciativas y colectivas con la ayuda del Estado, y la Octava Compañía del Cuerpo de Bomberos de Concepción no escapa a esta ya tradición casi cívica.
Corría el año 1954 y tras el aumento de la población penquista hacia el sector norte de la comuna, se ve la necesidad de fundar o conformar una compañía específicamente en el barrio Chillancito de dicho sector. Por ello, el voluntario proveniente de la cuarta compañía de hacha y escala de Ancud Sr. Ramon Ojeda Alderete toma la iniciativa e invita y hace un llamado a través de los diarios de la época de la ciudad a participar de una reunión en pro-formación de una nueva unidad bomberil para la ciudad. Según detallan los diarios “La patria” y “El sur” con fecha 20 de noviembre de 1954, donde invitan a los vecinos de Chillancito y la ciudad a fundar una nueva compañía de bomberos.
Fue así, que aquel 20 de noviembre, un grupo de vecinos reunidos en la Escuela N°15 del Barrio Chillancito de Concepción, trazan los primeros cimientos del proyecto de una Compañía de bomberos para este sector. Tras la baja concurrencia a la citación, el Sr. Ramón Ojeda invita a una nueva reunión para el día 23 del mismo mes a las 19:15 horas. Se reúnen nuevamente bajo la presidencia del Sr. Ojeda Alderete y con un gran número de asistencia bajo la supervisión del capitán de la Sexta Compañía, Sr. Ortiz, se lleva a cabo la tan anhelada reunión que dará paso a la fundación de la unidad, sentando las bases de una unidad bomberil para el barrio Chillancito bajo el lema «Honor y Patria»; nacía así la Octava Compañía del Cuerpo de Bomberos de Concepción, cómo no recordar hoy a Ojeda, Sanzana, Mella, Ham, Pérez, Retamal, Zambrano, Gallardo y otros 27 hombres que aquella noche de noviembre unieron sus manos e intelectos, su acción y su espíritu, para que décadas después su obra continúe firme, incólume y viva en el sector al cual nació para servir.
Una vez realizada esta reunión se envía una nota al Cuerpo de Bomberos de Concepción para dar a conocer las gestiones realizadas en la reunión.
30 de noviembre de 1954 en sesión N° 928 : se da lectura de nota enviada por la octava y se analiza en el directorio, sin mayor respuesta.
21 de diciembre de 1954 en sesión N° 930 : en reunión del Honorable Directorio General, se acuerda enviar nota informativa a la Compañía en formación, donde se menciona que el proyecto será analizado por la Oficialidad General entrante del siguiente periodo.
19 de enero de 1955: en reunión del Honorable Directorio General, sesión N° 935 se analiza la solicitud y se dan a conocer las exigencias que deberá cumplir nuestra Compañía:
En Reunión del Honorable Directorio General sesión N° 952, con fecha 28 de septiembre de 1955: nuestro director Sr. Washington Wells participa por primera vez en una reunión del Directorio General, en aquella ocasión, con derecho a voz.
5 de septiembre de 1956: en sesión N° 971 bajo la presidencia del super Domingo Lavín Herrera y tras un largo proceso de trabajo por parte de la comisión que había sido conformada, a petición del Directorio General, informa y reconoce a la Compañía en formación, por lo cual, este ente reconoce oficialmente a ésta como la Octava Compañía del CBC.
“El director de la Octava Compañía, Sr. Wells pide se dé completa lectura al informe de la comisión. Y así se hace. Las conclusiones de dicho informe son las siguientes: teniendo presente los hechos expuestos, la comisión se permite insinuar al Honorable Directorio General la conveniencia de aceptar oficialmente a la octava compañía zapadores en formación. Después de hablar y analizar por los presentes se acordó unánimemente:
Inmediatamente, el director Sr. Wells es efusivamente felicitado, agradeciendo al Honorable Directorio General. Agregando que ello será sin duda un rebote de mayor actividad en su octava compañía.”
En el 31 de agosto del año 1951 en sesión 867, nn grupo de jóvenes en Lorenzo Arenas, envían al Cuerpo de Bomberos de Concepción una nota informando la formación de una compañía en ese barrio. Después de un par de meses y analizada por el Directorio General, se le comunica a los representantes de dicha unidad en formación, que por no tener la autonomía, no se les reconoce como unidad bomberil y se toma el acuerdo que la próxima compañía en formación a futuro seria única y exclusivamente de hachas y escalas.
Como el Sr. Ramon Ojeda provenía de una Compañía de hachas y escalas, se fortaleció aún mas el acuerdo tomado por anterioridad por el directorio.
El primer cuartel que albergo a la compañía provisoriamente fue la Escuela N°15 del barrio Chillancito. Posteriormente en el año 56 la Compañía adquiere un terreno en las intersecciones de las calles Lorenzo Arenas con Diego de ORO. Para así en el año 1958 por un valor de 38 mil de la época, se obtiene la locación en calle Los Carrera N°1837. Con esfuerzo de los oficiales y bomberos de esos años, se levantaron unas piezas de madera, y un lugar para guardar las maquinas. A fines de los 80 se plantea la idea de hacer un cuartel más grande que reúna las condiciones necesarias para albergar a los bomberos, por lo que, en el año 1989, se coloca la primera piedra para la construcción de nuestro actual cuartel que nos cobija por casi 32 años.
Para cumplir con las exigencias del Cuerpo de Bomberos, el carro marca International modelo K5 año 1938 carrozado por la empresa chilena Lavanchy llega a la Compañía en los amaneceres del mes de diciembre de 1957. Cabe destacar que esta unidad había prestado servicios anteriormente en la Tercera Compañía del mismo Cuerpo. De igual forma, el camión era conocido en la ciudad como el “carro luces” por poseer un sistema de iluminación de alto poder para la época.